Evidencia Psicológica...

25.11.2012 08:37

 

Uno de los mejores estudios sobre los estados emocionales y el cáncer, es el expuesto por Elida Evans, psicoanalista junguiana, que basándose en el análisis de un centenar de pacientes, Evans llegó a la conclusión de que muchos pacientes de cáncer habían perdido una relación emocional importante antes de la arremetida de la enfermedad. Observó que esos pacientes eran personas que se habían identificado con un objeto o un rol (una persona, un trabajo, una casa) en vez de haber desarrollado su propia personalidad. Cuando el objeto o rol desaparecían, estos pacientes se hundían literalmente en si mismos sin muchos recursos internos con los que enfrentarse a esa nueva situación.

El Doctor LeShan identifica cuatro componentes típicos en las historias de más de 500 pacientes con cáncer:

v  La juventud del paciente estuvo marcada por sentimientos de aislamiento, abandono y desesperación, con relaciones interpersonales intensas que parecían difíciles y peligrosas.

v  Al llegar a la edad adulta, el paciente consigue establecer una relación muy importante con una persona o encontró mucha satisfacción en su vocación. Convirtiéndose en su razón de vivir, es el centro de su vida.

v  La relación o el rol desaparecieron, por muerte, mudanza, abandono del hogar por parte de un hijo, jubilación, etc. El resultado fue la desesperación, como si las “magulladuras” de la infancia hubieran sido golpeadas de nuevo.

v  La desesperación de estos pacientes se encontraba “embotellada”. No eran capaces de permitir que los demás supieran que estaban dolidos, enfadados. Los demás los consideran personas encantadoras diciendo de ellos cosas como: “Es tan bueno”, “Es una santa”. LeShan concluye: “Ese ser tan bueno, era de hecho un signo de que no creían suficientemente en sí mismos, y de su falta de esperanza”.

Otros estudios que confirman lo expuesto por LeShan:

v  Durante un periodo de quince años, el doctor Greene estudió las experiencias sociales y psicológicas de pacientes que habían desarrollado leucemia y linfoma. Observando que la perdida de una relación emocional importante era un elemento significado en la historia del paciente. Tanto para hombres como para mujeres, la mayor perdida posible era, según Greene, la muerte o peligro de muerte de la madre; o, para los hombres, la de una 2figura de la madre”, como la esposa. Otros acontecimientos emocionales eran la menopausia y el cambio de domicilio, y para los hombres, la perdida de empleo y jubilación.

v  El doctor D. M Kissen ha observado que la mayor diferencia entre los fumadores empedernidos que contraen cáncer, y los que no lo contraen, es que los pacientes de cáncer de pulmón tienen “salidas para las descargas emocionales escasamente desarrolladas”.

Ejemplos de la vida de nuestros pacientes.

Betty Johnson, una mujer de 40 años llegó al hospital con un cáncer de riñón avanzado. Había enviudado el año anterior, trabajaba en el rancho que le había dejado su marido. Una operación reveló que el cáncer había salido del riñón y que no se podía eliminar quirúrgicamente. Fue tratada con radiación, pero con pocas esperanzas de vida. Después fue enviada de vuelta a su rancho, dándole meses de vida.

Al volver a su casa, se enamoro de un trabajador del rancho, se casaron rápidamente. A pesar del pronóstico de muerte inminente, no apreció ningún signo de enfermedad durante cinco años. Entonces este hombre la dejo llevándose todo su dinero, lo cual desarrollo una recaída del cáncer y murió. Parecía que su matrimonio había tenido un papel determinante en su aparente recuperación, y el abandono de su marido precipitó la recurrencia de la enfermedad y la muerte.

Algunos pacientes masculinos habían tenido conflictos por la presencia de familiares en sus negocios. Este era el caso de Rod Hansen, quien transformo su pequeña empresa en una brillante compañía. Rod contrató a un pariente para un puesto de supervisión muy importante. El pariente resulto incompetente para manejar este nivel de responsabilidad, el negocio  comenzó a deteriorarse y la empresa dejo de ser un placer para el y se transformó en un problema intolerable para él.

Rod recibió su diagnostico de cáncer un año después de que sus negocios comenzaran a deteriorarse. Rod con el tiempo aprendió a trabajar con sus emociones lo que le ayudó a enfrentarse más directamente con sus problemas. Despidió a su pariente y lo volvió a contratar, pero en un puesto de menos responsabilidad, mas adecuado a sus capacidades.

Y así se pueden ver otros ejemplos como el de una mujer que dedicaba toda su vida a los hijos y al hogar, olvidándose de ella misma y en el momento que estos hijos se van de su lado, por distintas razones como la universidad o matrimonios, se sintió profundamente deprimida y sin saber que hacer, y en el plazo de un año aproximadamente se le diagnosticó cáncer de mama con metástasis en los huesos.