Expectativas y efectos en la recuperación.

25.11.2012 08:34

 

Casi todos nosotros conocemos algún caso de personas vigorosas y aparentemente sanas que murieron casi inmediatamente después de que se les diagnosticara que tenían cáncer. A veces están tan intimidados por el diagnostico y tienen una expectación tan negativa que ni siquiera abandonan el hospital tras el diagnostico. Para explicar estos casos, los médicos hablan a veces de la “rendición” de esos pacientes o de que han perdido la “voluntad de vivir”.

En general, se suele admitir mas rápidamente la relación entre la muerte y una expectación negativa que la relación entre la recuperación de la salud y una expectación positiva.

Es posible que los pacientes no se den cuenta de las expectativas negativas que están expresando con su comportamiento, y que no sean conscientes de su miedo al cáncer, que proviene del hecho de haber tenido amigos o familiares que murieron de esta enfermedad y del punto de vista generalmente pesimista que nuestra cultura tiene al respecto. Pensamos que las creencias de los pacientes sobre la efectividad del tratamiento y sobre la potencia de las defensas naturales del cuerpo –esto es, sus expectaciones positivas y negativas- son determinantes poderosos del resultado de la enfermedad.   

                                               Profecías que se cumplen a sí mismas.

Todos hemos experimentado lo que se llaman profecías que se cumplen a sí mismas: cuando esperamos que algo suceda actuamos de modo que incrementamos la probabilidad de conseguirlo. Por ejemplo, un paciente espera la recuperación, probablemente este tomará sus medicamentos y observará el régimen que le haya prescrito su medico, aumentando así sus oportunidades de recuperación. Si espera morir, es probable que no piense que es útil hacer las cosas que su medico le ha indicado que son buenas para él, a esto se le denomina “ciclo de refuerzo”, es decir una expectación de éxito suele conducir al éxito y una expectación de fracaso suele producir un resultado mal logrado, el cual valida a su vez la expectación negativa. Las expectaciones, ya sean positivas o negativas, se hacen más fuertes cuanto mas se repite el ciclo.

Carl confirmo los efectos de la expectación positiva en un estudio realizado con 152 pacientes de cáncer. Cinco miembros del personal examinaban la actitud de los pacientes hacia el tratamiento y evaluaban sus respuestas al mismo tiempo, durante los siguientes 18 meses. Los resultados fueron que los pacientes que tenían una actitud positiva respondían mejor al tratamiento. De hecho, de los 152 pacientes, solo 2 de los que habían mostrado una actitud negativa tuvieron una buena respuesta al tratamiento.

Los pacientes que consideraban su tratamiento positivamente, solían tener menos efectos secundarios.

                               Creencias sociales negativas sobre el cáncer… y sus efectos.

De un modo muy simplificado las creencias sobre el cáncer en nuestra sociedad son:

1.       Cáncer es sinónimo de muerte.

2.       El cáncer es algo que golpea desde el exterior y no hay esperanza de controlarlo.

3.       El tratamiento –radioterapia, quimioterapia o cirugía- es drástico y negativo y tiene muchos efectos secundarios indeseables.

Si la expectación contribuye al resultado, no cabe la menor duda de que estas creencias sociales tienen un marcado efecto negativo. Los periódicos y las revistas contienen relatos de personas que han muerto tras una larga batalla contra el cáncer. El abierto mensaje motivacional de estos relatos suelen ser lo valientes que eran estas personas. El mensaje oculto es que eran valientes frente a su inevitablemuerte.

Los pacientes con cáncer son muy sensibles a esos mensajes negativos. Muchos informan que sus amigos comienzan a evitarles, pues no saben de que hablar con ellos, ya que están 2virtualmente muertos”. Cuando estas personas evitan a los pacientes con cáncer, están tratando de evitar pensar en la muerte.

Una paciente contaba que cuando su medico fue a su habitación donde estaba hospitalizada tras practicarle una biopsia quirúrgica, para informarle que tenia cáncer, solo entró un par de pasos en la habitación, apoyando la espalda contra la pared. Le dijo rápidamente que tenia cáncer, que necesitaría tratamiento adicional y que sería tratada por otro doctor, abandonando rápidamente la habitación. La paciente acusa la actitud del medico tanto en sus claves verbales como no verbales. El mensaje está claro: no sobrevivirá.

                                               Construir un sistema positivo de creencias.

Creencias positivas:

1.       El cáncer es una enfermedad que puede ser fatal o no.

2.       Las defensas del cuerpo son el enemigo mortal del cáncer, cualesquiera que sean sus causas.

3.       El tratamiento medico puede ser un aliado importante, un “amigo en la necesidad”, para apoyar las propias defensas.

Pedir a las personas con cáncer que cambien sus creencias, que comprendan que pueden recobrarse y vivir la vida más plena y gratificante –a pesar de sus propios miedos sobre la enfermedad y de las expectativas negativas de quienes les rodean- es pedirles muchos actos de valor y fortaleza personal. Para ayudarles en su esfuerzo, lo primero que hacemos es contrarrestar las creencias sociales negativas sobre el cáncer con sus equivalentes positivos (señalados anteriormente).

La dificultad para persuadir a las personas sobre la necesidad de cambiar sus creencias de negativo a positivo, estriba en que suelen haber tenido experiencias negativas que “demuestran” la validez de sus creencias. Las experiencias negativas que estas personas han tenido no eran necesariamente inevitables; las experiencias han sido conformadas en parte por la expectación negativa original.

Algunos lectores pueden sentir que como su expectación es negativa van a tener necesariamente resultados negativos. No tiene porque ser así. Hemos tenido muchos pacientes que comienzan con expectación negativa y cambiaron. El primer paso para cambiar la expectación es tomar consciencia de lo que se cree y de sus efectos potenciales.

                                               La cuestión de las “falsas esperanzas”.

A veces nos han preguntado “¿No están dando ustedes a sus pacientes falsas esperanzas? Nuestra respuesta es “No”, se les da a los pacientes respuestas razonables. Este enfoque no garantiza la recuperación. Pero la pregunta sobre las “falsas esperanzas” sugiere la idea de que las personas no deberían tener esperanzas si hay posibilidades de decepción. Una creencia de este tipo no proporciona base alguna para vivir una vida plena para encarar cualquier dificultad de la vida.

Se ha señalado la importancia que creemos que tienen las ideas del paciente sobre sus perspectivas de mejoría en el proceso de recuperación de la salud. Pero pacientes que han trabajado mucho con este enfoque han muerto, aunque en muchos casos han superado los pronósticos de modo significativo y han vivido una vida mucho más gratificante. La muerte llega inevitablemente a todos nosotros.

Las personas que hablan de las “falsas esperanzas” suelen considerarse a si mismas realistas, personas que ven la vida “tal como es”, pero su concepción de la vida no incluye la esperanza, por lo tanto no es realista sino pesimista.

La esperanza es un elemento importante para la supervivencia del paciente de cáncer. Esta esperanza que se logra enseñar es una posición hacia la vida. Para cada paciente, el proceso de recuperar la salud incluye una redefinición de su propia posición frente a la experiencia de una enfermedad que amenaza la vida, que contenga a la esperanza.

Seguir ignorando el papel que la mente y las emociones desempeñan en la recuperación, a pesar de las evidencias medicas que existen, si se consideraría charlatanería, ya que no toma en cuenta las evidencias. Ahora la cuestión importante es “como” pueden ser dirigidos (mente y emociones) mas efectivamente para apoyar dicho tratamiento.

                                                               Cambiar las creencias.

Creencias adquiridas demasiado rápidas pueden ser perdidas también de forma rápida, mientras que las que llegan tras un periodo de tiempo tienen más probabilidades de permanecer. Pacientes que han cambiado sus creencias lentamente, a veces incluso a regañadientes, han tenido resultados especialmente buenos con el programa.

Comprenda que puede modificar su actitud. Cuando este convencido de que es deseable hacerlo, podrá cambiarla. Entonces los elementos más importantes son el esfuerzo para adquirir creencias positivas y el reconocimiento de la posibilidad de cambiar.