"Beneficios de la Enfermedad"...
La enfermedad incluye dolor y angustia, por supuesto, pero también resuelve problemas de la vida de las personas. Sirve como “salvoconducto” al permitir comportamientos que se considerarían inadmisibles si las personas estuvieran sanas. Piense por un momento en algunas de las cosas que obtienen las personas cuando están enfermas: aumento del cariño y de los cuidados, ausencia del trabajo, reducción de las responsabilidades, disminución de las demandas y así sucesivamente. Como los pacientes de cáncer suelen ser personas que han colocado las necesidades ajenas delante de las propias, resulta obvio han tenido dificultad para permitirse esas libertades sin la enfermedad. Cuando usted está enfermo puede ser el único momento es que sea aceptable evitar las responsabilidades y presiones de la vida y cuidar exclusivamente de usted mismo sin culpa o necesidad de explicación o justificación.
La enfermedad se puede volver una trampa. Si el único modo de tener cuidados, amor y descanso consiste en estar enfermo, entonces una parte nuestra puede tomar partido por la enfermedad. El cáncer supone pagar un precio demasiado alto para solucionar problemas que se podrían haber resuelto cambiando las reglas del juego y dándonos permiso para tener mas cuidado con nuestras necesidades.
La enfermedad como mecanismo de resolución de problemas.
Willie era un paciente que cayó en la trampa de tomar partido por la enfermedad. Willie vivía con sus padres, asistía a la universidad y tenia un empleo tiempo parcial, en donde se sintió muy acosado por personas que continuamente le empujaban a hacer cosas que no deseaban. Para que “aprendieran”, huyo y se alistó en el ejercito. Para su decepción, se vio rodeado de figuras autoritarias. Todos eran de rango superior a él y, fuera donde fuera, siempre había alguien que le ordenaba lo que tenía que hacer, como el se alisto, no podía salir de esa situación al menos en cuatro años, sintiéndose atrapado. Empeoraba todo el hecho de que ni siquiera había alguien a quien contarle todo esto. Durante este tiempo tuvo fantasías sobre tener una enfermedad terminal, imaginando el pesar de todo el mundo cuando se dieran cuenta de que iba a morir.
Después de que desarrollara un bulto en el cuello, se le practico una biopsia que mostro que tenia un linfoma maligno (enfermedad de Hodgkin). Cuando recibió el diagnostico, experimento una especie de excitación, casi felicidad, dándose cuenta de lo extraño de su respuesta a si que casi todo el mundo tomaría como noticia devastadora. En el curso de la exploración psicológica se dio cuenta de que su sentimiento de alivio al recibir el diagnostico era a causa de que la enfermedad le había “liberado” de la trampa en la que creía estar y le daba argumentos para no permitir que se le hicieran demandas. El dilema era que si se recuperaba tendría que volver a enfrentarse con el problema de sus obligaciones militares. Esto suponía una barrera considerable frente a su decisión de recuperarse. Resolver este punto fue el principal objetivo de su terapia psicológica a la cual respondió bien.
En otro caso más, una paciente era socia de un negocio y sentía que sus socios descargaban sobre ella una cantidad excesiva de responsabilidad. Teniendo muchas dificultades para rechazarlas. Al principio su enfermedad se encargo de decir no por ella. Nadie se atrevía a pedirle que hiciera nada estando enferma. Afortunadamente llego a darse cuenta de que si usaba la enfermedad como muleta, nunca llegaría a ponerse bien. Así que empezó a aprender a decir no sin emplear la enfermedad como excusa y volvió a compartir la dirección del negocio, sintiéndose bien por haber sabido hacer valer sus necesidades.
La enfermedad da permiso temporal a los pacientes para actuar emocionalmente de modo mas abierto. Pero si no aprenden a darse a si mismos ese permiso cuando estén sanos, en el momento que se recuperen vuelven a entrar en vigor las viejas reglas, y vuelven a encontrarse en la situación física y psicológicamente destructiva que antaño contribuyo a su enfermedad.
Esta idea también explica la depresión que algunos pacientes comentan que han sentido cuando se les dice que su enfermedad esta remitiendo. Aunque conscientemente se alegran por su mejoría, inconscientemente experimentan la perdida de la herramienta que era su enfermedad. El sentimiento de depresión ante la perspectiva de la mejoría muestra el importante dato de que aun queda un trabajo psicológico fundamental que realizar.
Legitimidad de las necesidades emocionales.
Darse cuenta de que cambiar el comportamiento y la actitud puede ser una cuestión de vida o muerte, es una motivación muy significativa para el cambio. Muchos de nuestros pacientes nos han informado de que uno de los beneficios de su enfermedad era que no podían descuidar por mas tiempo sus verdaderas necesidades. La enfermedad les permitía expresar sus sentimientos y tratar de satisfacer sus necesidades emocionales abierta y directamente. Sin el incentivo de la enfermedad, habrían seguido viviendo unas vidas de tranquila desesperación.
Es esencial reconocer que las necesidades que se satisfacen con la enfermedad son totalmente legítimas y necesitan ser satisfechas. El cuerpo está pidiendo atención del único modo que sabe hacerlo. Según este punto de vista, la intención del organismo es constructiva, incluso en la enfermedad. La enfermedad le da al individuo la oportunidad de conseguir un crecimiento emocional.
Identificar los “beneficios” de la enfermedad.
El trabajo con el que se enfrenta el paciente incluye tanto identificar las necesidades que satisface la enfermedad como encontrar las formas de satisfacerlas directamente sin recurrir a la enfermedad. ¿Cómo identificar estas necesidades?
Tome un papel y apunte los cinco beneficios principales que usted haya recibido de una enfermedad importante en su vida. (Quizás encuentre que hay más de cinco). Si tiene o ha tenido cáncer, utilícelo como base para este ejercicio.
Lo que sigue es un ejemplo de cómo puede seguir el ejercicio.
Cuando me puse enfermo había tenido muchas dificultades para acabar un trabajo en el que tenia mucho interés desde los puntos de vista emocional y financiero. Me importaba mucho que estuviera magníficamente acabado, pero iba muy lento y tenia dudas sobre lo que estaba haciendo. Al ponerme enfermo pude satisfacer muchas necesidades a la vez:
1. Yo deseaba la ayuda de mi mujer en el proyecto, pero sentía que, a menos que yo no pudiera literalmente hacerlo, no estaría bien apartarla de sus propias actividades para ayudarme.
2. Necesitaba la excusa de “algo que escapaba a mi control” para no acabar el proyecto a tiempo.
3. También puede que estuviera preparando excusas para las posibles imperfecciones que pudieran aparecer.
4. Me daba oportunidad de dedicarme seriamente a mi propia salud, lo que implicaba entre otras cosas tomar la resolución de que cuando me recuperara tendía que encontrar tiempo para jugar tenis, actividad que me encanta pero no suelo practicar porque estoy siempre “demasiado ocupado”.
5. Suponía un descanso de mis labores cotidianas, que me estaban ocasionando mucho estrés.
6. El trabajo de Vail (ciudad del Colorado) me despertó recuerdos de la muerte de mi propio padre de un tumor cerebral. Muchos problemas sin resolver de esa situación estaban aun en mi mente.
Claramente su agotamiento físico y el estrés de tener que realizar un trabajo importante, contribuyó a su susceptibilidad a la enfermedad. Pero, como mostraron sus respuestas, la enfermedad también le dio la oportunidad de descansar, de pensar en si mismo, de cuidarse, de recargar su energía, de liberarse de la tensión de tener que alcanzar cuotas muy altas, de tomar nuevas decisiones relativas a sus prioridades y estilo de vida… de todo lo que no había sido capaz de hacer sin la enfermedad.
Examinando las listas que elaboran nuestros pacientes, hemos encontrado cinco aéreas principales de beneficios mas frecuentes de la enfermedad:
1. Recibir permiso para salir de una situación problemática.
2. Recibir atenciones, cuidados, cariño de las personas del entorno.
3. Tener la oportunidad de restaurar la energía psicológica para enfrentarse con alguna situación o para mejorar la perspectiva.
4. Obtener incentivos para crecer personalmente o para modificar hábitos indeseables.
5. No tener que satisfacer expectativas demasiado elevadas ya sean propias o ajenas.
Repase su propia lista. Considere que necesidades subyacentes eran satisfechas por su enfermedad: alivio del estrés, amor y cuidados, oportunidad para renovar su energía y así sucesivamente. Después, trate de identificar las reglas o creencias que le impiden satisfacer cada una de estas necesidades cuando esta bien.
Plantéese usted si no ha sido capaz de permitirse periodos de relajamiento de las tensiones. ¿Qué creencias personales le impiden tomarse esta libertad sin necesitar la enfermedad como justificación? Quizás usted crea, que es un “signo de debilidad” aflojar un poco en los momentos de tensión o de presione excesivas, o que su deber es poner las necesidades de los demás por encima de las suyas. Esto es inconsciente, pero cuando usted comienza a ser consciente de sus reglas internas y puede ver modos alternativos de enfoque de las situaciones, esta en el camino de una vida mas saludable.
Al utilizar las lecciones de la enfermedad como punto de partida, podemos educarnos para reconocer nuestras necesidades y para darnos la oportunidad de satisfacerlas. Este es un uso creativo de la enfermedad.