QUE ANTE LA ENFERMEDAD...
Optamos por vivirla a solas, sabiendo que lo mejor es estar acompañado.
Evitamos comunicarnos, sabiendo que lo mejor es expresarnos.
Evitamos expresar nuestras emociones, sabiendo que no es adentro donde deben estar.
Evitamos llorar, sabiendo que nos tranquiliza.
Evitamos pedir ayuda, necesitándola.
Evitamos preguntar, sabiendo que la duda nos angustia.
Evitamos creer, sabiendo que es necesario para sanarme.
Nos enojamos con Dios, sabiendo que no es un castigo.
Evitamos pensar en nuestra finitud, sabiendo que somos mortales.
Evitamos hacernos cargo de nuestra enfermedad, sabiendo que la sanación también depende de uno.
HECTOR MOLINA V.